Tony Molina: la perfección en miniatura con On This Day
Durante más de dos décadas, Tony Molina ha construido una carrera marcada por la constancia, la independencia y una devoción absoluta por el arte de la canción. Su obra, siempre fiel a la tradición del pop y la melodía clásica, combina una ética de trabajo inquebrantable con una sensibilidad casi única para destilar los elementos esenciales de la música —gancho, riff y melodía— hasta su forma más pura y cautivadora.
Con su nuevo disco, On This Day, Molina entrega quizá el álbum más representativo de su trayectoria: 21 canciones de belleza desgarradora que suenan como una colección de sencillos perdidos o joyas ocultas de una era dorada del pop. Grabado y producido junto a Alicia Vanden Heuvel (The Aislers Set) en su estudio casero de San Francisco, el álbum fue registrado en cinta analógica de ocho pistas, preservando un sonido cálido y artesanal. Las colaboraciones incluyen al productor Jack Shirley (Atomic Garden), Nick Bassett en la mezcla, y aportes de Rachel Orimo, Stephen Oriolo, Steve Kerwin y el legendario Gary Olson (The Ladybug Transistor) en la trompeta.
El proceso de grabación pausado permitió a Molina y compañía experimentar con texturas y arreglos: Mellotron, piano, órgano y campanas adornan las canciones con un toque barroco y emocional. Temas como “Ghosts of Punishment Past”, “Livin’ Wrong” y “FC23” evocan los ecos del folk-rock de los 60, mientras que “Despise the Sun” rinde homenaje al clásico álbum homónimo de Heron (1970). “Don’t Belong” continúa la exploración sonora que Tony inició con su proyecto The Lost Days en 2023, mientras que la melancólica “Take Some Time” y la tradicional “Just As The Tide Was Flowing” —revisitada al estilo Byrds y Bill Fox— refuerzan su conexión con la historia del folk británico.
En el terreno del baroque pop y el psych pop, destacan “Faded Holiday” y “No Place to Turn”, donde Molina demuestra su maestría en la estructura armónica y en los arreglos concisos que son su sello. Pero quizá el momento más brillante llega con “Violets of Dawn” —una reinterpretación del tema de Eric Andersen—, un estallido de guitarras de 12 cuerdas y armonías en cascada, dos minutos y quince segundos de perfección pop.
Entre piezas clásicas de guitarra y explosiones de energía como “Have Your Way” —un minuto que canaliza a The Whocon el ruido melódico de Henry’s Dress—, On This Day se siente como un álbum en el sentido más auténtico: un ciclo coherente de canciones unidas por el ánimo, la melodía y la intención.
Más que una colección de temas, este disco es una afirmación artística. Tony Molina demuestra que aún en la brevedad puede residir lo eterno: un recordatorio de que el poder de una gran canción no depende de su duración, sino de su capacidad para quedarse en la memoria. On This Day es, sin duda, su obra más lograda hasta la fecha.
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